Un consejo: pantalla de 800 x 600 pixels

Dioses Griegos

Hefesto

Hefesto, cafetinta de Nozal, 1982

Tómese una parte de resignación, dos de tenacidad, una cucharada sopera de habilidad artesana; póngase todo ello al baño maría. Cuando hierva, retírese una pierna y, voilà, habremos conseguido un cocktail divino: HEFESTO.

HEFESTO es un dios cojo y feo, engendrado por Hera sin participación de su esposo, el gran Zeus. Ocurrió que esta diosa estaba harta de los devaneos extraconyugales a los que Zeus empezaba a acostumbrarse, y decidió vengarse haciendo un hijo ella solita. Cuando Hefesto hubo nacido, lo mostro y dijo:

- ¡Que lo sepan todos: este hijo es SÓLO mío!

Zeus, indignado por la publicidad que Hera había dado al asunto, tomó al recién nacido por el cogote y lo arrojó al mar.

- ¡Que lo sepan todos -añadió Zeus-, queda prohibido engendrar hijos sin previo ayuntamiento!

Y, entre tanto, Hefesto se daba una hostia contra la fría superficie del mar: cayó en mala postura y se rompió divinamente su pierna divina.

A partir de ese momento, sólo su tenacidad conseguiría hacer de él el dios que era (de Hera). Obtuvo el título de "herrero", estableció una fragua -aquella donde años después le retratara Velázquez- y, poco a poco, fue ganándose el respeto y la admiración de cuantos dioses y diosas requirieron sus servicios. Zeus, al fin, tal vez como premio al feo y tenaz inocente y sin duda como expiación de su inicial arrebato, ofreció a Hefesto un puesto relevante en el Ministerio de Industria Olímpico, a la vez que le entregaba una esposa ejemplar: AFRODITA.

- ¡No me lo puedo creer! -gritaba Hefesto, boquiabierto y babeante.

Y Afrodita tampoco pudo. Apenas si terminaron los esponsales y ya la diosa se había pirado con ARES más allá de donde el sol se pone. Quedaba patentado el adulterio.

Entonces Hefesto, en un alarde de ingenio o de estupidez -según quien lo mire-, consiguió sorprender a los amantes fugados en pleno ejercicio de apareamiento, los inmovilizó con una red creada por él mismo para tan patética ocasión y convocó ante ellos al pleno del Elíseo para que los amantes sufrieran la vergüenza de su acción. Quedaba patentado el descojono.

Los dioses se miraron los unos a los otros y, casi al instante, cuando Hesfeto pidió justicia, estalló una carcajada olímpica, una risa colectiva e inextinguible que sería, desde entonces, cualidad de todo dios.

Hefesto inventó la falsa resignación que luego reivendicaron los cristianos y ejerció ya para siempre como esposo oficial, ademas de ser un ejemplar currante.

- Devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo demás -le dijo a su esposa-, pero mantengamos las apariencias.

Afrodita se encogió de hombros. Hasta hoy. Voilà: el matrimonio perfecto.n

________________________

Copyright 1982 © Nozal.

acerca del dibujo...

> El enfoque será considerado por algunos como irreverente y sarcástico, y por otros como una simple boutade. Yo sólo prentedí hacer ver la ingenuidad con que la humanidad da respuesta a sus miedos ancestrales.
El dibujo del dios Hefesto alude al yunque (se le ve atravesado por un yunque ideal, estilizado como una daga), una de sus herramientas preferidas en tanto dios-artesano. También busqué la exacerbación de su frente (frente hipopótamo) para explicar gráficamente la tenacidad que caracterizó el comportamiento de este dios feo y cojo. ¡Fantástica la mitología griega que nos permite concebir un dios feo y cojo!. 

_________________

> Ilustración que encabeza el texto: Dibujo del dios Hefesto, cafetinta de Nozal perteneciente a la colección "24 Dioses Griegos". De esta colección fechada y editada en 1982 se realizó una tirada de 200 ejemplares numerados y firmados.

> Texto e imagen están protegidos por la Ley de Propiedad Intelectual y registrado el Copyright. Si el texto o la imagen son utilizados o copiados, es preciso citar al autor y señalar la fuente (http://www.nozal.com)

-
correo dirigido a Nozal

  -

Cualquier reflexión  que desees hacerme saber acerca de la obra, la acogeré con gusto. Utiliza el correo electrónico. No pongas sello...  S'il te plait, ne t'en vas pas sans me laisser un petit commentaire dans le E-Mail. S'il fait partie de tes sentiments, c'est encore beaucoup mieux. Merci.  In whatever case please don't go without leaving some sort of comment in the E-Mail. If it is to do with your feelings, all the better. Thankyou.

por aquí regresas al índice del Cuaderno Literario  Diseñado y elaborado por Nozal © Copyright 1996 NOZAL. Derechos reservados. E-Mail: cartas@nozal.com

  -