- Ya está aquí este simpático minino.
Siempre agradezco su visita y más ahora que
viene en tu compañía.
Pasa y ponte cómodo, respira este olor a
pintura, aguarrás, barnices y colas, ambiéntate y
deja que el gato se duerma un poquito en ese
rincón. Mientras, si lo deseas, te mostraré
alguno de mis cuadros.
A mí particularmente me gusta que el
espectador obtenga sin ningún tipo de
condicionamiento su propio juicio crítico,
arrastrado por la sensación que produce lo
visualizado, pero si te interesa, seguidamente te
facilito algunas opiniones de otras personas, con
las que me siento identificado
Alguien explicó acerca de mí hace tiempo...
Félix tiene mucho que decir en su pintura.
El ha nacido en una tierra de inmensidades,
pero no de lindezas. De Castilla, dijo
Machado: no fué por estas tierras el bíblico
jardín. Y Félix, haciéndose sustancial hijo
de ellla, se forjó en pintor de caracteres, de
honduras humanas, más que de bellezas
terrenas.
No es bella, en el sentido estrictamente
dulce, su pintura. Porque Félix pinta
interiores del sentir humano, digamos que
pinta al hombre y su circunstancia, como el
filósofo quería. Su modelo preferido es la
figura humana, ella es el centro de su
preferencia y móvil de su idea. El hombre
que plasma, parece lo que es y lo que
siente. Su rostro no sólo es trazo, sino
cúmulo de pasiones, o de paciencias o de
miedos, o de esperanzas. Hay algo telúrico
en ellos (rostros como de tierra); y algo
metafísico en ellos (rostros como de siglos),
pinta al hombre y su mundo, grato o
ingrato, ¿qué mas dá? como es.
Un poeta amigo mío dijo:
...La rabia y el desconcierto viven en
manos crecidas que buscan no se sabe qué
o en rostros que unas veces se esconden y,
otras, nos miran con la firmeza del actor de
teatro. Hace que llegue la hora del
espectador, quién, como ante el paisaje, ha
de poner todo lo que dentro de sí tenga y
bucear hasta el centro.
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- Y otra persona escribió:
Materia y dibujo se funden en lo novedoso,
posee unidad en cuanto emana de una
inconfundible personalidad, ofreciendo al
espectador un acorde lleno de vida y
humanidad. De modo que en el fondo se
trata de formas íntimas que al ser
plasmadas y surgir a los ojos acomodados a
la estética -realista- parecen deformadas, Y
es que Félix de la Vega domina la línea
teniendo mucho que decir y, para
expresarlo, busca el lenguaje.
Cuando el mensaje adquiere valor humano
y universal, el hombre es artista, el sentir y
el pensar está en su obra con línea propia,
dibujo original y sentido.
Enamorado de su Tierra, empapa sus ojos
de la riqueza ROMANICA que le rodea.
Sus figuras tienen la ironía y el sabor de
capiteles humanizados, de gestos y
actitudes en concomitancia con vivencias
actuales como crítica social y sentido del
vivir diario. La temática de su obra se halla
abordada siempre con el más concreto de
los propósitos: el de valorar en toda su
importancia la presencia humana. Así lo
demuestra cumplidamente con sus
impresionantes figuraciones que claman
con la fuerza de la verdad y con la callada
elocuencia de los grandes pies o grandes
manos... así lo demuestra en fín, en su
peculiar forma de disponer la materia y
herirla, de usar el color y utilizarlo, de
sutilizar su aplicación o de afirmarlo para
obtener ambientes de íntima frescura.
Como has podido comprobar estas opiniones
escogidas, aunque bastante diferenciadas en el
tiempo, siempre hacen referencia a los
personajes, esos que yo denomino "RETRATO
DE EGOS" y es que intento darles vida propia.
Inmersos en la situación del momento, pero con
toda una experiencia a cuestas y un horizonte
por recorrer. En definitiva componen el
presente inminente, cual fotografía instantánea.
En la mayoría de mis cuadros existe un
protagonista con su entorno humano. Estos
personajes se muestran aparentemente
desnudos, como sorprendidos en su mundo,
como sintiendose obervados a veces. Te invito
a conocer al individuo, a que te adentres en
esas situaciones, a escuchar tal vez esas
conversaciones mudas pero transcendentales, o
participar en sus largos silencios, o interpretar
sus pensamientos...
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